Francia

France

Datos:

  • Capital: Paris
  • Prefijo telefónico: +33
  • Población: 67 millones(2018)
  • Viajes: 2008, 2014, 2015, 2016, 2017, 2018

He viajado a Francia en múltiples ocasiones. En dos de ellas, a la zona de París, con visita  a Eurodisney   incluída. En otra a la zona sureste (Niza) y en cinco ocasiones al país Vasco Francés (Aquitania).

Sería muy difícil comprimir en un mismo espacio las tres zonas. Por ese motivo, para la zona de Niza os redirijo al viaje de Mónaco, ya que la etapa de Niza formó parte de dicho viaje. Para la zona de París y Aquitania haré comentarios separados.

Francia - París - Disney - Normandía

El primer viaje a la zona de París fue con un vuelo directo al aeropuerto Charles de Gaulle. El alojamiento, un apartamento en Bry-sur Marné , a unos 25 km al éste de París, muy buen comunicado por metro y tren con el parque Disney y con la capital.

París necesita como mínimo 4 días completos para ver lo fundamental y para poder callejear un poco. Me gusta visitar las ciudades, pero también caminarlas. Es la única forma de vivir realmente una ciudad tan viva como París. Y tan grande. El primer día, bien se puede comenzar la visita en los Campos Elíseos, bajo el Arco de triunfo. y desde ahí comenzar a caminar hacia el río, hacia el Oeste. Llegaremos a los famosos jardines de los Elíseos, desde donde podemos desviarnos para visitar "les invalides". Merece la pena cruzar el Sena por el puente de Alejandro III. Antes de cruzar, es interesante visitar los edificios de "Le petit palais" y el "grand Palais". Una vez cruzado el río, la visita a la fortaleza militar de "les invalides" es recomendable. Finalmente, si volvemos al margen del río, podemos llegar andando en muy pocos minutos al edificio de la Asamblea Nacional y  al   Museo de Orsay.

Si volvemos a cruzar el río, llegaremos a la plaza del Louvre, donde podremos descansar un rato en las pirámides del Louvre o admirando el mismo edificio del museo.

A partir de ahí, si el cuerpo aguanta y tiene ganas, tenemos a tiro de piedra la isla en la que se ubica Notre Dame. Merece la pena ver este edificio por la noche. La iluminación es muy buena. 

Como no pudimos aguantar las ganas, nos dirigimos en metro hacia la Torre Eiffel, que bien merece una visita nocturna no solo por admirar la imponente construcción si no por disfrutar del ambiente de la zona y de la espectacular iluminación.

Al día siguiente sí que nos levantamos con ganas de ver la Torre Eiffel. Hay que madrugar si se quiere coger ticket para subir a la torre. Las colas, al sol, son realmente largas y, aunque van bastante rápido, los controles de seguridad son tan estrictos que ralentizan mucho las visitas. Eso sí, una vez conseguido el objetivo, el esfuerzo se ve recompensado con las espectaculares panorámicas que hay desde arriba. Todo París a nuestros pies, con los Jardines del Trocadero de un lado y los de "Champ de mars" al otro.

Por la tarde, metro de nuevo, hacia otro icono parisino: Montmartre. Si la subida a la Torre Eiffel merece la pena, las escaleras hasta el Sacre Coeur no lo merecen menos. Callejear por este barrio parisino es un auténtico placer para los sentidos, sobre todo si se hace cuando el sol empieza a caer. Reserva un par de horas para embobarte con las vistas que vas a ver desde la explanada del Sacré Coeur. No son para menos. La bajada, a gusto del viajero: andando o en el famoso funicular.

El tercer día se puede dedicar casi en su totalidad a visitar el museo del Louvre y su entorno. Combinarlo con paseos por la ribera del río y terminar degustando un gofre a los pies de la Torre Eiffel. Aviso...las ratas campan a sus anchas por los jardines de las peanas de la torre....

El cuarto día en París discurrió entre paseos por la zona del ayuntamiento (Hotel de Ville), muy próxima a Notre Dame. El entramado de callejuelas hace que el paseo sea realmente delicioso y apetecible, más aún si hace calor.

París no es una ciudad barata. Ni mucho menos. Los caprichos de "esto solo lo voy  a hacer una vez en la vida" se pagan. Y bastante caros. Pero se puede comer y cenar en pequeños restaurantes, generalmente en calles apartadas del bullicio turístico, por "poco dinero" o por poco más de lo que lo haríamos en España. En cualquier caso, creo que recorrer la Avenida de los Campos Elíseos y embobarse con algunas de sus tiendas, no tiene precio. En algunas de ellas  se puede entrar para "visitar" la tienda, como ocurre con el "Paris Renaul Workshop", donde se exponen los prototipos de F1 de esta marca, y donde los críos pueden jugar, tocar y divertirse un rato de forma totalmente gratuíta.

DISNEY PARK PARIS

La visita al parque Disney no te va a llevar menos de dos días si quieres verlo todo. Y aún así, justito....

Sobra decir que es el típico lugar en el que todos volvemos a ser niños. La magia Disney hace que por momentos te olvides hasta de donde estás. Las atracciones son, en su mayoría, espectaculares, aunque si hay dos que recomiendo son la "Space mountain" y "It´s a small world", aunque como digo, hay de todo, para todos los gustos y para todas las edades.

Las colas en el parque son bastante grandes, pero gracias al sistema "fast pass" podrás ahorrar tiempo en muchas de ellas.

Comer en el parque es caro, y se come mal. Pero es lo que hay. Registran bolsas a la entrada, pero si vas con niños pequeños no suelen decir nada. A fin de cuentas, siempre pueden ser niños alérgicos al gluten o a cualquier otra sustancia y no pueden comer cualquier cosa en los restaurantes del parque.

Como consejo general: olvida los prejuicios y disfruta como un niño. Y sal del parque en cuanto termine el desfile nocturno. El tren se llena en nada y es posible que tengas que esperar a otro tren antes de poder salir del mismo.

NORMANDIA

El viaje a Normandía desde París lleva unas 3 horas, dirección Oeste, por autopistas (de peaje) y es una visita indispensable no solo por la belleza de la zona si no por la relevancia histórica que tiene. Normandía es famosa por el desembarco que tuvo lugar en sus costas (el archifamoso Dia D en las playas de Omaha) y por estampas tan populares como la del castillo de la isla de Monte Saint- Michel. Las ciudades más importantes y relevantes en la zona son Ruan y Caen. 

Ruan ejerce de capital de Normandía. Es una ciudad portuaria a orillas del río Sena. merece la pena la visita a dos de sus iglesias góticas; Saint-Maclou y Saint-Ouen;  Dedica un rato a pasear por su centro peatonal y adoquinado, adornado con casas medievales de entramado de madera y disfruta de un café mientras admiras las torres de la catedral de Notre-Dame.

Caen se ubica en la zona más septentrional de Normandía. Llaman la atención los jardines de entrada a la ciudad, en los que hay varias piezas de artillería empleadas en los combates de la II Guerra Mundial. Carros de combate, morteros, incluso aviones...En el centro de la ciudad está el castillo de Caen, que se erige en lo alto de una colina presidida por dos abadías románicas de la misma época, Saint-Étienne y Sainte-Trinité. Por supuesto, en Caen está muy presente todo lo relacionado con la Segunda Guerra Mundial. La ciudad alberga el Museo Mémorial, dedicado a este conflicto  y a la batalla de Normandía.

Muy cerca de Caen se encuentra la pequeña población de Cabourg, destino turístico por excelencia de la zona. Interesantes casas de estilo colonial y un centro peatonal y agradable, ideal para pasar la tarde y terminar la jornada (pronto) antes de regresar a París.

Por último y si viajas con más tiempo, no pierdas la oportunidad de visitar el Cementerio Americano de Normandía, ubicado en la población de Colleville-Sur-Mer; 

PAIS VASCO FRANCES - AQUITANIA

Viajar al país vasco francés fue lo que se dice una serendipia. Es decir, que me encontré algo sorprendente e inesperado cuando iba buscando otra cosa. Bayonne, Biarritz, San Juan de Luz, Hendaya.... nombres que evocan playas cuidadas, pequeñas ciudades con mucho encanto y, por que no decirlo, cierto lujo y prestigio. La región de Nueva Aquitania es bastante amplia y su capital es Burdeos. En mis viajes me he centrado sobre todo en la zona de las Landas y el los Pirineos Atlánticos. 

Bayonne es una preciosa ciudad atravesada por el rio Nive. Tiene un pequeño pero coqueto centro histórico, peatonal, lleno de tiendas, restaurantes, boutiques, etc...





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